No importa a qué país estés viajando, a menudo se necesita los mismos servicios una y otra vez, solo que en diferentes idiomas, colores y sabores. Llegar a tu hostal, hotel, Airbnb o casa de huéspedes puede ser un proceso sencillo o una aventura ¿La manera más fácil de moverse? Poder pedir un Uber, consultar Google Maps o usar Google Translate, porque todas estas aplicaciones tienen algo en común: necesitan conexión a internet.

La carambola es una fruta tropical originaria del sudeste asiático (Malasia, Filipinas e Indonesia) y cultivada hoy en zonas cálidas de América Latina, Caribe, África y Oceanía. Una fruta viajera, dirían algunos por ahí.

En español, “carambola” viene del portugués carambola, que a su vez proviene del maratí karambal o karambola en la India.

Lo primero que llama la atención de la carambola es su forma inconfundible. Al cortarla transversalmente, revela una estrella perfecta que la convierte en la protagonista de ensaladas, jugos, postres y hasta cócteles exóticos. Pero la carambola es mucho más que una fruta bonita; se puede comer cruda, en jugos, mermeladas, ensaladas e incluso como decoración en cócteles y platos gourmet. En algunas culturas asiáticas se usan hojas y frutos de la carambola para tratar fiebre, tos y problemas digestivos.